Azurra, mea culpa, mesa de luz, la selección

Luego de una derrota, y mas como fue contra Italia (try en la última jugada, scrum 5 yardas) es imposible ser objetivo a la hora del análisis inmediato o llamado comúnmente en caliente.  Por eso que no escribí antes, si era así,  iban a ser solo puteadas hacia el referato,  que ellos metían la mano en todas las formaciones y no nos dejaban desplegar nuestro juego,  sucios en el contacto, y todo ese tipo de críticas externas y nunca un mea culpa,  nunca mirar adentro y decir: nos confundimos acá,  fue error mío, no confié en el que está al lado,  porque un pequeño error a este nivel y el rival lo explota al máximo, es ahí donde saca ventajas.

El vestuario fue silencio puro,  el aire trasmitía esa bronca,  esa la que te deja la sensación de “lo pudimos haber ganado”, esa sensación de nada, de manos vacías.  Pero esa es una sensación errónea, siempre algo,  aunque sea de lo más doloroso,  se aprende.  Saben que es lo mejor, este deporte- como muchos otros- te da la revancha,  te da la posibilidad de revertir el resultado anterior.

Volvimos al hotel, nos juntamos a charlar, principalmente para ver como seguía nuestro día, pero indefectiblemente y por defecto terminamos hablando del partido y de cómo íbamos a afrontar nuestro próximo compromiso.

La mañana siguiente fue libre,  el que quería dormir dormía o como diría Moria: “queres desashunar? desashuna”  pero a las 11 nos juntábamos para hacer un regenerativo y un poco de pileta.  Hubo almuerzo y a las 15 horas partía un colectivo hacia un shopping, nuevamente, iba el que quería. Bajamos del micro con la promesa de q a las 16:30 ya íbamos a estar nuevamente arriba del mismo, encaminados hacia el hotel para ver el debut del seleccionado, los dirigidos por Diego Armando, el mismo que dijo: “vos también la tenes adentro Pasman”. Faltaban 2 minutos para las y media y ya estábamos todos reunidos, coreando canciones de aliento para la selección. Pero faltaba lo esencial, el pelado, el chofer del colectivo. Los cantos de aliento pasaron a ser de agresión hacia el pelah que no llegaba. Finalmente y después de 15 minutos de espera, osea 16:45 arribo, pero no vino solo, volvió acompañado de una señorita,  de grandes dimensiones, parecía una mesita de luz,   imagínense como que si migue maxwell y machia tengan una hija y el padrino sea tincho debernardi,  básicamente así me lo imagine yo.   Obviamente que cuando me fui a sentar fui precavido,  mire y analice detenidamente mi asiento y cada detalle.

Como dije antes, lo bueno de este deporte es que te da revancha, la nuestra es este Martes,  contra el equipo local,  rústico pero fuerte,  de poderío físico a la hora del contacto y de una manera muy especial de sentir el rugby.

Quería hacer una mención especial para la M-15 que ganò los últimos 2 partidos y de muy buena manera,  sigamos así que vamos en buen camino.