Champagnat, en los libros de la historia

Los de General Pacheco concluyeron la mejor campaña de su historia con un triunfo sobre el CASI (31-10)

Henchido de orgullo, ufano por una performance histórica, con una clausura digna de la campaña que realizó, Champagnat empieza a festejar en San Isidro. No puede esperar a llegar a Benavídez para gritar que su corazón es azul y blanco. No, tiene que empezar allí, en esa tribuna del CASI, en la que jugadores y amigos se mezclan para la celebración. ¿El motivo? El final del mejor torneo de su historia, que lo encuentra en el sexto lugar de la Zona Campeonato.

Claro, el fundamento para los festejos es ése, pero se vio coronado de la mejor manera, con un claro triunfo sobre la Academia por 31-10.

Fue justa y clara su victoria, pero se forjó con lentitud, sin brillo, sustentada en gran parte por las flaquezas del último adversario del certamen. Lo cierto es que fue paupérrimo lo que ocurrió en buena parte del partido, en especial en la primera mitad. Hubo dos tries (primero, Berberian para el equipo local y Galli para los ganadores), pero nada por destacar en esos 40 minutos.

El segundo tiempo no mejoró en el aspecto técnico, pero se hizo más entretenido. El CASI confirmó que su peor enemigo es él mismo: se descontroló, perdió el orden en la marca que había tenido hasta entonces, prefirió los roces al juego. Y terminó el torneo con un expulsado (Ignacio Gortari) y un try-penal en contra por un tackle alto de Thomann, como para evidenciar que el final era su única salvación.

Champa, en cambio, fue todo euforia. Además de la sanción mencionada, llegó otras tres veces al ingoal (Odriozola y Gonzalo Aguirre en dos ocasiones). Fue un cierre perfecto, ante un grande, que desató ese festejo de todos en la tribuna del CASI, antes de seguir los festejos en casa, allá en Benavídez. A celebrar, Champagnat, que se lo tiene merecido.

Por Diego Quinteros
De la Redacción de LA NACION

* El cambio, según Durand
“Antes no nos divertíamos en la cancha, entrábamos pensando por cuánto íbamos a perder. Ahora jugamos de otra manera. Y sabemos que les podemos ganar a los grandes, como el CASI, muy bien”, explicó el capitán de Champagnat, Agustín Durand.