Liderazgo – funciones del capitán

“…El liderazgo efectivo produce mejoras en el rendimiento, en la satisfacción y en la cohesión grupal…”.

Esta frase encierra una de las metas principales del liderazgo. Para acercarnos  más a esta frase describamos lo que es el liderazgo. El liderazgo se entiende como un proceso, una relación dinámica, que debe darse dentro del contexto de un grupo y que debe apuntar al logro de ciertas metas fijadas y estipuladas dentro del mismo. Todo grupo humano necesita de líderes los cuáles deben presentar ciertas características esenciales. Dichas características pueden ser innatas o aprendidas. Es importante considerar algunas características que deberían aparecer en los líderes. Estas son:

1) Integridad en el carácter: ser ejemplo dentro y fuera de la cancha, mantener una conducta a seguir.
2) Comunicación efectiva: el mensaje que debe transmitir el líder debe ser concreto y conciso. Es importante que el líder además de transmitir tenga la capacidad de escuchar.
3) Visión de objetivos personales y grupales: al tener una visión clara el grupo se unifica, se fortalece y puede alcanzar los objetivos fijados.
4) Actitud solidaria: el líder debe darse al grupo a través de actos anónimos o públicos.
5) Deseo de triunfar: hace referencia a una actitud positiva, un pensamiento positivo dirigido siempre hacia lo que viene, hacia el futuro.

Es importante destacar dentro del concepto de liderazgo, que los líderes naturales aparecerán si predomina un clima de aceptación y si los propios deportistas son alentados a dar su opinión y a liderar. Un liderazgo efectivo en deportistas se traduce en:

– Mayor confianza: se trata de conseguir con más enfasis y energía el objetivo propuesto.

– Pertenencia: se sienten más integrados en el grupo y su motivación se incrementa.

– Se divierten más en lo que hacen aunque les implique un gran esfuerzo.

Resumiendo, el liderazgo no es un  rango ni un privilegio, es una responsabilidad. Ser líder implica tener seguidores y ser responsable de los mismos. El liderazgo en el rugby puede representarse en la figura del capitán. Las tareas del capitán, como señala García Ucha (1999), van encaminadas a elevar la efectividad del equipo y a aumentar los rendimientos deportivos. Es el miembro del equipo al que más se le exige, y del que más se espera. Debe poder cumplir con ciertas funciones:

1) Representar al equipo en diversas situaciones: estas son las responsabilidades burocráticas. Se entienden por los sorteos, mediar con árbitros, con los entrenadores. Para poder lograrlo acertadamente es necesario estar comprometido claramente con los objetivos del grupo.

2) Autocontrol: debe tomar decisiones importantes por lo que no puede descontrolarse o ser impulsivo. En las situaciones más difíciles se espera que el capitán tenga una actuación sobresaliente; que no se dé por vencido, que transmita seguridad a sus compañeros y que controle sus emociones y las del equipo.

3) Debe ser modelo: debe poder influir en forma positiva sobre las conductas de los demás. Se traduce en presencia y ascendencia sobre el grupo para conseguir que todos rindan al máximo. El capitán debe ser un buen ejemplo para el equipo.

4) Tolerancia a la frustración: debe poder sobreponerse rápidamente ante frustraciones o pérdidas. Debe pensar hacia adelante: reconocer errores propios y del grupo y tratar de corregirlos. 

5) Capacidad de mediador: acortar las distancias entre los jugadores y el entrenador e incluso solucionar conflictos entre jugadores. Se traduce en habilidad para resolver conflictos y hacer que el equipo se concentre en sus metas.

6) Algunas cualidades personales presentes: autoconfianza, habilidades interpersonales, sensibilidad, autocrítica.

7) Debe actuar como un entrenador dentro del campo de juego, orientando a los compañeros.

Un principio clave para convertirse en un buen líder es ser un buen seguidor. Los entrenadores buscan no sólo rasgos de liderazgo en un potencial capitán, sino también cooperación y apoyo para los compañeros del equipo. A veces el deportista con más experiencia o más hábil técnicamente hablando, no es la perona adecuada para ser líder. Algunos indicadores pueden ser, como señala Cleveland (2002): el que es mal ejemplo; el que mandonea a los demás; el que se deja llevar por las emociones y no tiene control; el que forma camarillas; el que no se esfuerza en entrenamiento; el que es egocéntrico y se preocupa más por su rendimiento que en el equipo; el que ignora a los jugadores que ascienden y no los integra al grupo.

Frases para reflexionar:

“…El mejor ejemplo es hacer las cosas bien: entrenarse y no sentirse ni más ni menos que el resto. La función primordial del capitán es unir al grupo…” (Magdalena Aicega).

“…El capitán debe pensar 100 x 100 en el grupo: debe procurar que todos se sientan bien. No por ser capitán uno tiene que ahogar al grupo y presionarlo continuamente de acuerdo a sus deseos e impulsos. Necesitás feeling para darte cuenta si el equipo está en crisis o si hay que aclarar cosas dentro del grupo…” (Juan Pablo Sorín).

“…Lo más importante es que los jugadores se hayan sentido representados de la mejor manera…” (Agustín Pichot).

Martín Capurro (Lic. en Psicología)