Si hay un elemento distintivo del rugby es la pelota. Sin lugar a dudas, el balón ovalado representa una marca identificadora para todos los amantes de este juego.
En 1987 en ocasión del primer Mundial celebrado en Nueva Zelanda, Mitre se convirtió en el encargado de poner a su disposición la pelota con la que se jugaría el torneo. La marca inglesa aportó su modelo para la primera Copa del Mundo de la historia.
En 1991, Adidas irrumpió para hacerse presente con los balones oficiales del certamen. El modelo ‘Webb Ellis’, uno de los mejores según los entendidos, presentó toda una revolución para la época en ocasión del segundo Mundial.
A partir de 1995 llegaría el momento de Gilbert. Desde el Mundial de Sudáfrica esta marca se ha hecho presente en todos los mundiales hasta la actualidad y lo seguirá haciendo en, por lo menos, dos Copas del Mundo más. En 1995 el modelo se llamó ‘Barbarians’.
El Mundial de 1999 en Gales fue el último del milenio y para estar a tono con las grandes innovaciones, Gilbert presentó el modelo ‘Revolution’… aunque no mostró demasiados cambios respecto de su antecesor.
La Copa del Mundo de Australia en 2003 trajo a ‘Xact’, el nuevo producto de Gilbert. La base blanca y los detalles en verde y azul (distintivos de la IRB) comenzaron a ganar cada vez más protagonismo.
En ocasión del Mundial 2007 en Francia se vio un cambio importante en cuanto al diseño que presentó la pelota. ‘Synergie’ fue la pelota que distinguió el mejor Mundial de Los Pumas en toda la historia.
Este 2011 es el turno de ‘Virtuo’. La pelota cuenta con motivos tribales en honor a los maoríes, los primeros habitantes del territorio neozelandés.
Con motivo de este Mundial, Gilbert lanzó un set pack con réplicas de todas las pelotas utilizadas en los Mundiales desde que ellos se convirtieron en proveedores oficiales de la IRB.